- El análisis pone en valor la capacidad de la empresa valenciana que cuenta con una estrategia exportadora para superar los desafíos y adaptación a los nuevos entornos internacionales.
- El documento de trabajo ha sido presentado por la directora territorial de CaixaBank en la Comunitat Valenciana y Región de Murcia, Olga García, y el presidente de Cámara Valencia, José Vicente Morata.
La directora territorial de CaixaBank en la Comunitat Valenciana y Región de Murcia, Olga García, y el presidente de Cámara Valencia, José Vicente Morata, han presentado este jueves el informe ‘La resiliencia de la empresa exportadora de la provincia de Valencia ante los desafíos globales’, fruto del convenio entre ambas entidades.
La directora territorial de CaixaBank en la Comunitat Valenciana y Región de Murcia ha asegurado que “con el trabajo que hoy presentamos queremos seguir apostando por la apertura de nuestras empresas a nuevos mercados, porque estamos convencidos de que las empresas que exportan son más competitivas e innovadoras, invierten más en investigación y desarrollo de producto, en digitalización y en sostenibilidad, valores que las sitúan como empresas atractivas, a la vez que incrementan el nivel de desarrollo de la economía valenciana”.
Por su parte, el presidente de la Cámara ha afirmado que “el tejido empresarial valenciano está demostrando, en los dos últimos años, una capacidad de resistencia que pone de manifiesto su competitividad y fortaleza en los mercados exteriores”.
El informe presentado se adentra, precisamente, en el análisis de 2.800 empresas exportadoras de la provincia de Valencia que se caracterizan por la regularidad de sus actividades de exportación (Valencia es la tercera en el ranking provincial de exportación). Dicha regularidad proporciona a la empresa una mayor estabilidad de sus ingresos y le impulsa a ser más competitiva y eficiente. Y es que estas características les confieren un potencial de resiliencia frente a disrupciones que es superior a la de una empresa no exportadora.
Conclusiones del informe
Para analizar cuál ha sido la evolución de la resiliencia de la empresa exportadora regular valenciana, se ha utilizado el INDICADOR Z-SCORE DE ALTMAN, el cual constituye un instrumento válido y sencillo que conjuga la evolución de los márgenes empresariales, el crecimiento de ingresos y en qué medida las empresas disponen de beneficios destinados a la inversión.
- A pesar de la crisis provocada por la pandemia en 2020, el 80% de las empresas exportadoras valencianas mantuvieron un buen nivel de resiliencia en dicho año.
- La recuperación de la actividad económica y de las exportaciones a lo largo de 2021 se vio claramente reflejado en la mejora del indicador de resiliencia de las empresas valencianas: un 14% mejoraron su Z-Score. Sin embargo, dicha mejoría no permitió alcanzar los niveles de 2019.
- Las pequeñas y medianas empresas son la que han mostrado una mejor resiliencia tras la pandemia.
El informe también aborda el análisis de resiliencia empresarial en base a las actividades productivas. El sector exportador de distribución comercial es el que registra no sólo el mayor nivel del indicador de resiliencia, sino que también el que muestra un mejor comportamiento en los últimos años incluso durante la pandemia.
El segundo sector con mayor nivel de resiliencia es el sector servicios no comercial -sin incluir logística y transporte, que ha sido el más afectado por la crisis de la pandemia-, aunque la recuperación en 2021 ha sido parcial, sin alcanzar los niveles de 2019.
La industria exportadora valenciana se ha caracterizado por haber mantenido a lo largo del período analizado un nivel medio de resiliencia estable, lo que pone en evidencia su competitividad y capacidad de adaptación a los cambios en los mercados exteriores.
La industria de alimentación y bebidas ha sido la que ha mantenido un nivel de resiliencia más estable. Las empresas industriales del textil y confección, productos metálicos y papel son las que han registrado un mejor comportamiento.
En definitiva, es fundamental que la empresa cuente con una buena salud y gestión financiera para que pueda dedicar recursos para estar preparada ante los cambios que se avecinan y para llevar a cabo acciones proactivas y multidimensionales que les permita fortalecer su resiliencia en un entorno internacional más incierto y volátil.
Invertir en diversificar mercados y productos, reducir dependencias en las cadenas de suministro; invertir en tecnología (automatización, Big Data, Inteligencia Artificial, etc.), fomentar la flexibilidad y la colaboración, analizar y gestionar riesgos, y desarrollar las capacidades de sus equipos de trabajo. En este sentido, las autoridades deben crear un entorno normativo, fiscal y económico propicio para que las empresas afiancen su resiliencia y su posición en los mercados exteriores, contribuyendo, de ese modo, al crecimiento y desarrollo económico provincial, regional y nacional.