- El análisis pone de relieve la importancia de la sostenibilidad como factor estratégico y de transformación imprescindible para las empresas valencianas.
- El documento de trabajo, elaborado por Cámara Valencia con la colaboración de CaixaBank, ha sido presentado por la directora territorial de CaixaBank en la Comunitat Valenciana y Región de Murcia, Olga García, y el presidente de Cámara Valencia, José Vicente Morata.
La directora territorial de CaixaBank en la Comunitat Valenciana y Región de Murcia, Olga García, y el presidente de Cámara Valencia, José Vicente Morata, han presentado este miércoles el informe ‘El reto de la sostenibilidad para el comercio exterior valenciano’, elaborado por Cámara con la colaboración de CaixaBank.
La directora territorial de CaixaBank en la Comunitat Valenciana y Región de Murcia ha asegurado que “con el trabajo que hoy presentamos queremos seguir apostando por la apertura de nuestras empresas a nuevos mercados, porque estamos convencidos de que las empresas que exportan son más competitivas e innovadoras, invierten más en investigación y desarrollo de producto, en digitalización y en sostenibilidad, valores que las sitúan como empresas atractivas, a la vez que incrementan el nivel de desarrollo de la economía valenciana”.
Por su parte, el presidente de la Cámara ha afirmado que “el tejido empresarial valenciano está demostrando, en los dos últimos años, una capacidad de resistencia que pone de manifiesto su competitividad y fortaleza en los mercados exteriores. La DANA ha supuesto un duro golpe para nuestras empresas y tenemos que aprovechar la reconstrucción para ser mejores, más competitivos, y eso significa apostar por la sostenibilidad y la digitalización para alcanzar un mayor nivel de productividad.”
El Informe pone de relieve la importancia de la sostenibilidad como factor estratégico y de transformación imprescindible para las empresas valencianas. Tiene como propósito analizar en qué medida la sostenibilidad influye en el comercio exterior de las empresas valencianas, evaluando cómo las prácticas sostenibles impactan en su competitividad, sus mercados de destino y las cadenas de valor en las que participan.
Conclusiones del informe
Se trata de un estudio más que necesario dado que de la sostenibilidad ha pasado de ser un objetivo deseable a convertirse en un imperativo estratégico para el desarrollo económico a nivel global. Para las empresas de la Comunidad Valenciana, la sostenibilidad es una oportunidad y un reto en un contexto en el que las regulaciones y normativas, especialmente a nivel europeo, avanzan hacia un modelo más transparente y estandarizado en torno a criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG).
El comercio internacional tiene el potencial de actuar como un motor de desarrollo sostenible, siempre que se alinee con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la Agenda 2030. Acceder a los mercados con altos índices ODS ofrece ventajas competitivas significativas, ya que estos mercados suelen ser más estables, con menores riesgos y consumidores comprometidos con la sostenibilidad. Esta tendencia supone un desafío particular para las pymes, que representan una parte significativa del tejido empresarial valenciano y que suelen carecer de los recursos financieros y humanos necesarios para adaptarse a estas demandas.
Más allá de ser una respuesta a las crecientes exigencias normativas, representa una oportunidad única para transformar los modelos de negocio, mejorar la competitividad y reforzar la resiliencia frente a las crisis globales. Según el último estudio de Accenture, a nivel mundial, el 37 % de las principales 2.000 empresas ya han asumido compromisos hacia la neutralidad de carbono, mientras que un 33 % están reduciendo sus emisiones, aunque no al ritmo necesario. Para las empresas que adopten prácticas sostenibles rápidamente, este cambio no solo asegura su permanencia en los mercados internacionales, sino que también les proporciona una ventaja competitiva significativa frente a aquellas que no se adapten.
En este contexto, las empresas valencianas han comenzado a integrar la sostenibilidad en sus estrategias. Según el Pacto Mundial, cerca de la mitad de estas empresas afirma conocer la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), y un 89 % ya desarrolla acciones en áreas relacionadas con estos objetivos, según datos del Pacto Mundial. Estas iniciativas han tenido un impacto positivo en sus resultados económicos, mejorando su reputación, competitividad y acceso a mercados internacionales.
Sin embargo, las pequeñas y medianas empresas (PYMES), que representan una proporción significativa del tejido empresarial valenciano, enfrentan retos importantes en su transición hacia modelos más sostenibles. Entre los principales obstáculos se encuentra la falta de recursos financieros: el 82 % de los directivos de PYMES indica la necesidad de mayor acceso a financiación para apoyar sus esfuerzos en sostenibilidad. Otro desafío clave es avanzar en la digitalización y el uso de tecnologías, que desempeñarán un papel esencial en la adaptación de estas empresas al nuevo paradigma.
El índice ODS, elaborado por las Naciones Unidas, subraya que tener un índice elevado no solo refleja condiciones socioeconómicas y ambientales favorables, sino que también posiciona a un país para que sus empresas sean más competitivas en la exportación hacia mercados con niveles de desarrollo sostenible similares.
El análisis de los mercados de destino de las exportaciones españolas en función de su índice ODS ha sido clave para evaluar el grado de sostenibilidad de las empresas y los productos exportados. Este enfoque permite identificar tanto las oportunidades como los desafíos asociados a la transición hacia modelos de negocio más responsables y alineados con los objetivos globales de sostenibilidad.
Este análisis evidencia la interrelación entre sostenibilidad, comercio internacional y políticas regulatorias. Las empresas españolas, y en particular las valencianas, enfrentan el reto de alinear sus estrategias con estas exigencias, pero también tienen la oportunidad de consolidar su liderazgo en sostenibilidad, accediendo a mercados más exigentes y reforzando su posición competitiva en el ámbito internacional.
Adoptar la sostenibilidad implica comprometerse con la reducción de la huella de carbono, la protección de la biodiversidad, la promoción de condiciones laborales justas y la erradicación de cualquier forma de explotación. Estos principios, que en el pasado podían considerarse un valor añadido, han evolucionado hasta convertirse en requisitos fundamentales para garantizar la competitividad y la permanencia en un mercado cada vez más exigente y orientado hacia la responsabilidad empresarial.
El comercio internacional tiene el potencial de actuar como un motor del desarrollo sostenible, siempre que se alinee con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la Agenda 2030. Acceder a mercados con altos índices ODS ofrece ventajas competitivas significativas, ya que estos mercados suelen ser más estables, con menores riesgos y consumidores comprometidos con la sostenibilidad.
Aquellas empresas que lideren esta transformación estarán mejor posicionadas para prosperar en un entorno que prioriza la sostenibilidad como base del crecimiento económico y social. El futuro del comercio valenciano depende de su capacidad para consolidar un modelo empresarial que no solo genere valor económico, sino que también contribuya al bienestar de la sociedad y a la preservación del planeta.