Alex Rubio | Gente con escuela
El 30 de noviembre de 2022 quedará, quién sabe incluso si para siempre, marcado en rojo en la historia de la evolución humana. Porque ese día la Inteligencia Artificial daba un salto hacia delante de proporciones impredecibles con la llegada de ChatGPT, el prototipo de chatbot conversacional de IA desarrollado por Open AI que ya ha causado un terremoto en la industria del marketing. Con él, comenzó a visibilizarse de una forma evidente el camino recorrido fuera del ruido mediático por el sector de la inteligencia artificial destinado al gran público: mientras hablábamos de metaversos, web3, blockchain y demás innovaciones que a buen seguro marcarán también el futuro tecnológico de la sociedad y del marketing, la IA se movía escondida entre ellas, al mismo ritmo, pero de manera imperceptible. No la vimos venir, o al menos no tan rápido.
Solo una semana después de su lanzamiento, ChatGPT se convirtió en la aplicación más popular de la historia con un millón de usuarios registrados en 7 días, que se transformarían en 100 millones a inicios de 2023. Y ahora, cuando aún el calendario no ha recorrido ni medio año desde entonces, no solo esta aplicación ha despuntado abrumadoramente en sus capacidades, sino que son ya miles las herramientas que permiten a usuarios en general y a los profesionales del marketing en particular adaptar sus procesos para potenciar sin límites sus competencias. Y, en realidad, son cientos las que surgen nuevas cada semana, a un ritmo incesante y de resultados cada vez más afilados y completos. Y esto no ha hecho más que empezar.
Es cierto que todo se ha acelerado desde la aparición de la popular aplicación de la tecnológica co- fundada por Sam Altman y Elon Musk, pero sin duda lo que ahora estamos viendo es fruto de un proceso de pre-entrenamiento de estas herramientas que ha centrado su desarrollo en los últimos años. Era septiembre de 2020 cuando, en mi caso, me vi movido por la necesidad de comenzar a investigar en una dirección que creía que sería la que marcaría el futuro no solo de mi profesión base, publicista, sino en general la de todo el sector del marketing y la comunicación. Entonces, ya parecían claras algunas áreas de la IA en las que se estaban desarrollando conceptos y aplicaciones que, para ser honestos, parecían más una declaración de intenciones que productos listos para su empleo. Ahora, es difícil imaginar el futuro no ya lejano, sino casi el inmediato, de la dirección de las nuevas creaciones que van a ver la luz, pero una cosa parece evidente: los profesionales del marketing estamos obligados a acompañar con decisión el impacto de la IA en nuestra industria. Y, además, a hacerlo de una forma ágil y proactiva, pues si una cosa está marcando la diferencia es la velocidad a la que el sector evoluciona, aún más deprisa que cualquier pasado tecnológico conocido hasta la fecha. Esta ola no espera.
La IA es sin duda la siguiente frontera en el marketing
No hay dirección opuesta porque el camino hacia atrás ya ha desaparecido: la IA ya estaba presente en nuestras realidades actuales digitales y tecnológicas, que han ido dando pequeños y contundentes pasos en los últimos años de su mano, y que hemos interiorizado ya sin percatarnos. Además de los nuevos agentes en el sector, aplicaciones que ya empleábamos han y están incorporando opciones relacionadas con la IA. Esta que viene ahora será, pues, una etapa que nos permitirá sacar partido de opciones encaminadas a fortalecer nuestros procesos, nuestros resultados individuales y colectivos, a mejorar nuestra profesión en definitiva, si sabemos enfocar su empleo y aplicación de forma correcta.
Estudiar y analizar mercados, observar tendencias, predecir escenarios competitivos, entender mejor a nuestras audiencias, crear campañas y anuncios más efectivos, saber qué medir y hacerlo de una forma eficaz, diseñar o idear… son solo algunos de los caminos en los que la Inteligencia Artificial podrá acompañarnos. Sin duda, vivimos en la brecha de un antes y un después en nuestra forma y fondo de trabajo. Un mañana que diferenciará a quienes sean capaces de beneficiarse de las nuevas posibilidades ilimitadas de trabajo junto a la IA de los que se queden anclados en procesos previos menos efectivos, más costosos en procedimientos y costes, o menos completos en su resultado. Sin duda, también será un futuro que pasará por la necesaria reflexión ética y regulación en su empleo, pero que encontrará un formato de convivencia con el sector. En esta etapa inicial ya parece innegable su beneficio para profesionales, agencias, trabajadores, empresas y marcas, y de nosotros mismos depende marcar cómo y hacia dónde sacarle partido. Tras la digitalización de nuestro trabajo y empresa, la siguiente casilla en el tablero tendrá la IA por protagonista.
Álex Rubio – Director y Chief Strategy Officer de Twelfhundred. Formador en la Escuela de Negocios de Cámara Valencia desde 2010. Autor de la guía ‘ChatGPT para planners de publicidad y marketing’.